Uso De Calentadores De Inmersión Para Una Pequeña Granja Lechera

Este estudio de caso analiza el uso de calentadores de inmersión para una pequeña granja lechera. La necesidad de pasteurización requiere una temperatura elevada que pueda ser estrictamente regulada.

El problema: Pasteurización y procesamiento de alimentos

El cliente es propietario de una pequeña granja lechera y desea cambiar de un sistema de pasteurización a gas por uno eléctrico. El productor lechero está considerando cuatro tanques de 800 galones cada uno para proporcionar espacio de almacenamiento o procesamiento para los dos métodos de pasteurización. Dichos procesos son: pasteurización a altas temperaturas durante un breve periodo de tiempo (HTST) y tratamiento a temperaturas ultra-altas (UHT), también conocido como vida útil prolongada (ESL). Cada uno requiere un proceso diferente de calentamiento y enfriamiento/envasado. El proceso de pasteurización HTST requiere que la leche se caliente a 161° Fahrenheit (F) o 72° Celsius (C) durante 15 segundos, mientras que ESL requiere que se caliente a 284° F o 140° C durante cuatro segundos. La leche pasteurizada por HTST se enfría y se refrigera inmediatamente para producir un producto cuya vida útil es de dos a tres semanas, mientras que la pasteurización UHT no necesita refrigeración, siempre que se mantenga en un contenedor hermético. Una vez abierto, se recomienda la refrigeración. Mientras que HTST es un proceso de pasteurización, UHT o ESL está más cerca de un proceso de esterilización.

Contrariamente a lo que la mayoría de la gente cree, la leche es uno de los alimentos más peligrosos del mundo. De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la leche cruda no pasteurizada representa tres veces más enfermedades que cualquier otra fuente de alimentos. El procesamiento por UHT permite almacenar la leche durante varios meses, sin refrigeración.

La solución: calentadores de inmersión de brida con sensores de temperatura y tiempo

Los calentadores de inmersión eléctricos, los calentadores de brida y los calentadores de rosca, proporcionan una herramienta crucial tanto para el proceso de pasteurización como para el de esterilización. Con sensores de control de temperatura y tiempo, el proceso de HTST y UHT es casi automático para la operación de una pequeña granja lechera, como ocurre en varias industrias de procesamiento de alimentos. Los procesos de pasteurización y esterilización controlan el calentamiento y el enfriamiento para ayudar a garantizar controles de calidad y seguridad. El mantenimiento constante del calor en ambientes controlados es esencial para el procesamiento de alimentos y los calentadores de inmersión eléctricos brindan mayor precisión que los dispositivos de calefacción a gas u otros combustibles fósiles y, en combinación con sensores digitales, proporcionan ajustes de control adecuados.

La seguridad y calidad de los alimentos son una parte esencial del procesamiento de alimentos. En la esterilización, la contaminación por microorganismos se elimina siempre y cuando se mantenga un sello hermético, mientras que la pasteurización retrasa el proceso y proporciona una vida útil en refrigeración más prolongada para la leche fresca.

Se simplifica el uso de calentadores de inmersión de brida para establecer un entorno para que la leche pulverizada alcance los 284°F durante cuatro segundos. La leche que se pulveriza en una cámara precalentada se protege de los elementos calefactores de la misma manera que la leche en una olla de hierro fundido, por lo que la leche no puede sobrecalentarse ni cuajarse.

La pasteurización puede llevarse a cabo en tanques de 800 galones precalentados a 161°F usando calentadores de rosca, que son los preferidos en operaciones de calentamiento de tanques pequeños. Se puede usar un mezclador de pulso para eliminar la agitación mientras se alcanza la temperatura deseada en toda la leche, y después drenarla inmediatamente a otro tanque de 800 galones, enfriado a 40°F en espera de la separación en contenedores para la venta a mercados locales o como ocurre tres veces por semana, el producto se vende a un fabricante local de quesos. De acuerdo con el productor lechero, la leche pasteurizada es mucho más preferida que la leche UHT para la fabricación de queso.

Los sensores digitales proporcionan información a los paneles de control para ayudar a automatizar el proceso y garantizar que se mantengan el tiempo y las temperaturas.

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